William 'Fatty' Foulke: El gigante que revolucionó la portería
A lo largo de la historia del fútbol, han existido figuras que, más allá de su talento en el campo, dejaron un impacto imborrable en el deporte. William Henry Foulke, mejor conocido como «Fatty», fue una de esas figuras. Con su imponente físico, un carácter explosivo y una habilidad notable, este portero no solo se destacó en su época, sino que ayudó a moldear algunos aspectos fundamentales del juego que conocemos hoy.
De Dawley al estrellato del fútbol inglés
William Henry Foulke nació el 12 de abril de 1874 en Dawley, un pequeño pueblo del centro de Inglaterra. Desde joven mostró habilidades deportivas destacadas, comenzando su carrera como delantero en el Blackwell FC. Su potencia de disparo lo convirtió en un goleador temido, pero su destino estaba bajo los tres palos.
En 1894, a los 20 años, Foulke firmó con el Sheffield United. Con su estatura de 1.93 metros y un peso que superaba los 150 kilos, pronto se ganó el apodo de «Fatty». Pero su presencia no solo era intimidante, sino también efectiva. Su debut con el club marcó el inicio de una carrera que se extendería durante 13 años y lo convertiría en una figura clave del fútbol británico.
El guardián del sheffield united
Foulke jugó 11 temporadas en el Sheffield United, donde alcanzó los mayores logros de su carrera. En 1898, formó parte del equipo que conquistó el único título de liga en la historia del club. Además, fue el guardameta titular en las finales de la FA Cup de 1899 y 1902, levantando el trofeo en ambas ocasiones.
La final de 1902 contra el Southampton fue particularmente memorable. El primer partido terminó en empate (1-1), pero Foulke quedó enfurecido por un gol polémico del rival. En un acto que se convirtió en leyenda, salió desnudo del vestuario buscando al árbitro, quien se escondió en un armario para evitar la ira del gigante. Una semana después, en el partido de desempate, el Sheffield United se llevó la victoria y su segunda FA Cup.
Innovador y pionero en la portería
Más allá de su corpulencia y personalidad, Foulke destacó por su talento como portero. Fue uno de los primeros especialistas en detener penales, una habilidad que perfeccionó durante su carrera. En la temporada 1905-06, cuando jugaba para el Chelsea, detuvo 10 penales, lo que llevó a la federación a modificar las reglas, limitando los movimientos de los porteros durante los lanzamientos desde los 12 pasos.
Foulke también rompió moldes al convertirse en uno de los primeros porteros goleadores. En un partido amistoso de 1899 contra un combinado de jugadores holandeses y sudafricanos, dejó la portería para sumarse al ataque y anotó dos goles. Aunque su audacia permitió también que el equipo rival marcara, estas acciones mostraron un estilo de juego que estaba muy adelantado a su tiempo.
El atractivo de un coloso en chelsea
En 1905, Foulke dejó el Sheffield United para unirse al Chelsea, un club recién fundado que buscaba destacarse en la Division 2. Los londinenses pagaron 50 libras por sus servicios, convirtiéndolo en su portero y capitán.
En Stamford Bridge, su tamaño y personalidad se convirtieron en un espectáculo en sí mismos. El club aprovechó su figura imponente al colocar a dos niños detrás de la portería en cada partido, aumentando la percepción de su gigantesco tamaño y atemorizando a los rivales. Este gesto, aunque simbólico, es señalado por muchos como el origen de los recogepelotas.
El final de su carrera y un declive prematuro
Tras una temporada con el Chelsea y un breve paso por el Bradford City, Foulke se retiró del fútbol profesional en 1907 a los 33 años. Su vida después del deporte estuvo marcada por problemas de salud y dificultades económicas.
Foulke murió el 1 de mayo de 1916, a los 42 años. Algunas versiones atribuyen su muerte a la cirrosis, mientras que otras afirman que contrajo neumonía trabajando en una feria de Blackpool, donde participaba en una atracción llamada Beat the Goalie. Sea cual sea la verdad, su fallecimiento marcó el fin de una era, pero su legado permaneció intacto.
Un legado de grandeza
William “Fatty” Foulke no fue solo un futbolista destacado; fue un símbolo de una época. Su corpulencia lo convirtió en una figura singular, pero su habilidad, carácter y contribuciones al juego lo elevaron al estatus de leyenda.
Fue un innovador en su posición, un pionero que estableció estándares en la portería y un personaje que ayudó a transformar el fútbol en un espectáculo. Desde detener penales hasta marcar goles, pasando por cambiar reglas y crear anécdotas inolvidables, la historia de Foulke nos recuerda que el fútbol no siempre ha sido como lo conocemos hoy.
Hoy, más de un siglo después de su muerte, el nombre de William “Fatty” Foulke sigue siendo sinónimo de grandeza. Su legado no solo vive en las crónicas del fútbol inglés, sino también en las raíces mismas del deporte.