Cómo trabajar con cuatro porteros en el entrenamiento: estrategias para una mayor fluidez y participación

Portada como entrenar con 4 porteros

En muchos entrenamientos de fútbol, contar con cuatro porteros puede parecer un reto logístico. El riesgo de caer en rutinas monótonas, largas esperas y pérdida de concentración está siempre presente. Sin embargo, si se plantea correctamente, trabajar con cuatro porteros puede convertirse en una oportunidad para mejorar la dinámica de grupo, aumentar la carga de trabajo técnico y mantener la intensidad y motivación durante toda la sesión.

En este artículo te mostramos cómo trabajar con cuatro porteros de manera efectiva, proponiéndote cuatro estructuras prácticas que puedes aplicar desde ya en tus entrenamientos. El objetivo: evitar tiempos muertos innecesarios y asegurar la participación activa de todos los porteros.

¿Por qué es importante planificar bien los entrenamientos con 4 porteros?

Cuando se incorporan más de dos porteros a una sesión de entrenamiento, el principal problema suele ser la espera entre repeticiones. Esta inactividad no solo reduce la carga física y técnica del entrenamiento, sino que también puede provocar desconcentración y falta de implicación.

Por eso es clave diseñar ejercicios y dinámicas donde los cuatro porteros estén involucrados de manera activa, alternando roles constantemente, para que todos se mantengan mental y físicamente en el entrenamiento.

Cada pareja trabaja un lado

Esta es una de las formas más efectivas y organizadas de trabajar con cuatro porteros.

¿En qué consiste?

  • Se forman dos parejas.
  • Cada pareja trabaja un lado del campo o de la portería (izquierda y derecha).
  • Dentro de cada pareja, un portero se coloca bajo palos y el otro en el rol correspondiente (lanzador, centrador, etc.).
  • Se ejecuta el ejercicio en ese lado.
  • Luego, los porteros de la pareja intercambian roles.
  • Una vez completado el lado, entra en acción la otra pareja, trabajando el lado opuesto con el mismo sistema.

Ventajas:

  • Organización clara y por turnos.
  • Trabajo equilibrado para todos los porteros.
  • Se evita la acumulación de porteros en espera.
  • Permite trabajar aspectos técnicos específicos por zonas.

Una pareja trabaja y la otra colabora

Este método busca una mayor participación general en cada repetición del ejercicio.

¿Cómo se organiza?

  • Una pareja realiza el trabajo técnico (acción de portería).
  • La otra pareja colabora desde fuera: sirven balones, realizan centros, envían pases o actúan como oponentes.
  • Tras completar una serie o bloque, se cambian los roles entre parejas.

Ventajas:

  • Mayor intensidad y dinamismo.
  • Más acciones por minuto para todos los porteros.
  • Se mejora también el gesto técnico de golpeo y pase de los porteros colaboradores.

Este método es ideal para ejercicios donde la precisión del envío también forma parte del entrenamiento, fomentando la concentración y la implicación constante de los cuatro porteros.

Con cambio de roles rotativo

Una variación del modelo anterior que añade dinamismo y permite un cambio continuo de posiciones.

¿Cómo se implementa?

  • Se parte de una distribución donde un portero está en portería y los otros cumplen roles de colaboradores o lanzadores.
  • Tras cada repetición o secuencia, los porteros cambian de rol siguiendo un sentido preestablecido (por ejemplo, en el sentido de las agujas del reloj).
  • Así, cada portero rota constantemente y participa desde diferentes ángulos y funciones.

Ventajas:

  • Fluidez continua del ejercicio.
  • Mínima pérdida de tiempo en transiciones.
  • Trabajo técnico variado desde múltiples perspectivas.

Este enfoque exige más atención por parte del entrenador para controlar los cambios de rol, pero una vez interiorizado, es ideal para mantener a todos los porteros activos sin pausas.

Un lado, cuatro acciones

Se trata de una de las propuestas más exigentes físicamente, ideal para sesiones de alta intensidad.

¿En qué consiste?

  • Un portero se sitúa en la portería.
  • Los otros tres porteros se distribuyen en diferentes posiciones para lanzar, centrar o simular situaciones de juego.
  • Se realiza una secuencia de acciones consecutivas (por ejemplo: tiro, centro, balón raso, 1 contra 1).
  • Tras completar las acciones, el portero en portería rota con uno de los colaboradores.

Ventajas:

  • Máximo número de acciones por repetición.
  • Trabajo físico, técnico y mental muy completo.
  • Ritmo alto que simula exigencias reales de partido.

Es fundamental que el entrenador controle bien el número de series y repeticiones para evitar la fatiga excesiva o la pérdida de calidad en la ejecución.

Consideraciones finales para el entrenador de porteros

Cada una de estas estructuras ofrece alternativas eficaces para gestionar el trabajo con cuatro porteros, adaptándose al estilo del entrenador, el nivel del grupo y los objetivos específicos de la sesión.

Algunos consejos clave:

  • Planifica bien los tiempos de trabajo y recuperación.
  • Ajusta el nivel de exigencia según el objetivo del día (técnico, físico, táctico).
  • Evita ejercicios donde uno o varios porteros pasen demasiado tiempo parados.
  • Incorpora variantes y cambios de ritmo para mantener el interés.

Al final, lo más importante es garantizar la participación activa de todos los porteros, optimizando el tiempo en el campo y haciendo del entrenamiento una experiencia productiva y motivadora.

Conclusión

Contar con cuatro porteros en un entrenamiento no debe ser un problema, sino una oportunidad. Con una buena planificación y aplicando alguna de las propuestas que te hemos compartido, puedes transformar tus sesiones en espacios dinámicos, participativos y altamente efectivos.

Incorpora estas ideas a tu día a día y verás cómo tus porteros no solo mejoran técnicamente, sino que también se sienten más implicados y motivados en cada entrenamiento.

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